EXITO EN CLIMA EXTREMO – INSTALACION EN EL FRIO EXTREMO DE RUSIA
Dos sitios en el sudoeste de Siberia – las minas de carbón Chernigovets y Zarechnaya – testearon nuestro radar SSR-XT a lo largo de un invierno extremadamente severo, que vio al sistema funcionar de manera autónoma y sin refugio a temperaturas de -40°C.
El clima y la temperatura de Siberia son muy extremos. Los veranos son cortos, mientras que los inviernos son largos, severos, y con una temperatura anual promedio de 0,5°C, con densas capas de nieve que permanecen en el suelo durante al menos seis meses del año.
Utilizando más de 12 años de experiencia en hacer funcionar nuestros radares en las condiciones árticas en Canadá septentrional, GroudProbe logró diseñar sistemas de radar para que afronten el clima extremo de Siberia, y funcionen a -40°C sin protección, alimentación externa u otros sistemas externos.
En ausencia de esta fuente de alimentación de 240V, todos los componentes de los calentadores se alimentaron del sistema Continuous Power Supply (CPS) del radar.
“En un principio, los sitios iban a proporcionar una red de alimentación eléctrica para encender los componentes de los calentadores, pero por varios motivos esto no ocurrió.”
– Simon Pitt, Especialista Técnico Superior, GroundProbe
Los sensores de datos se montaron en varios componentes de radar para verificar las temperaturas durante el funcionamiento y ayudar a optimizar los ajustes del calentador, de forma que los calentadores funcionen con el menor consumo eléctrico necesario para operar el radar, ahorrando energía y reduciendo la frecuencia de reabastecimiento.
GroundProbe logró el objetivo de hacer funcionar todos los calentadores de radar desde el sistema CPS, con ciclos de carga aceptables, y durante los meses más fríos de invierno en Siberia, permitiendo en consecuencia que todos los sistemas de radar in situ de GroundProbe funcionen sin problemas.
En el sitio se encontró también el sistema de radar de otro proveedor durante este tiempo, pero no hubo otra opción más que apagarlo y almacenarlo por tres meses, ya que no podía funcionar en estas condiciones de frío extremo.
Tras esta implementación exitosa, GroundProbe ha demostrado que ofrece la utilización fiable de radares, las 24 horas del día, 7 días a la semana, en temperaturas de -40°C e inferiores, en algunas de las partes más frías del mundo, entre ellas Rusia, Canadá, los Estados Unidos de América y Mongolia.